Muchas mujeres desean amamantar, tienen claro que quieren amamantar. A veces en nuestra familia y entorno no encontramos ni conocimiento ni apoyo. Pero esto ya ha empezado a cambiar. Nuestras hijas podrán contar con sus madres para ser apoyadas como siempre fue, en su deseo de amamantar.
La cultura de la lactancia materna se perdió en el siglo pasado, a favor de la industria de leche artificial. Ahora cuesta mucho recuperar un conocimiento que se transmitía de unas mujeres a otras.
Decidir cómo alimentar a nuestro bebé es una decisión personal. No hay juicios. No hay guerras de madres. Las mujeres que desean dar el pecho se enfrentan a mucha falta de apoyo y conocimiento actualizado en lactancia por parte de muchos profesionales de referencia: matronas, pediatras, médicos, enfermeras, gines. Se les cuestiona constantemente el “empeño” en dar el pecho. Y cuando por fin lo consiguen, se les cuestiona dar el pecho más de 4 meses.
Las madres que decidan optar por lactancia artificial, o que se ven en la necesidad de hacerlo en lactancias complicadas, tampoco encuentran respuestas a muchas de sus dudas, ni apoyo y a veces igualmente, mucho juicio. En este caso, por no dar el pecho.
Preparar la lactancia es una tarea que debemos empezar durante el embarazo, mucho antes de que llegue el bebé. Con frecuencia la expectativa no se corresponde con la realidad. Debemos volver a conocer a nuestros bebés, los bebés humanos. Sin entenderlos, la lactancia plantea dudas en sus cimientos más importantes como el hecho de que es a demanda del bebé.
Ojalá podamos recuperar el conocimiento que nos es propio de cómo funciona realmente, la lactancia humana. Dejar de lado mitos y creencias. A la vez que conocemos dificultades que se pueden presentar, y que no siempre tienen sencilla solución. Te propongo información para empezar con bases sólidas, que no se tambaleen fácilmente y te ayuden a buscar apoyo de forma PRECOZ.
Algunas lactancias se complicarán. No son fáciles. La realidad, es que algunas lactancias maternas, no serán. Y duele. Es un duelo. Además de la información, necesitamos saber dónde vamos a acudir en caso de que surjan contratiempos. Cuanto antes, más rápido podemos actuar sobre ello. Es importante saber reconocer a los profesionales que no están actualizados y no pueden ayudarnos con la lactancia, para buscar opciones y no vernos desahuciadas ni perdiendo un tiempo precioso.
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