De: Nazareth Olivera Belart, Ser Bebé. Guía de Cuidados del bebé, 2024. Grijalbo. Prohibida su reproducción.
La alergia a la proteína de leche de vaca es la más frecuente en el bebé lactante. Conviene recordar que alergia e intolerancia no son lo mismo:
El déficit de vitamina D en el recién nacido, tras una gestación en la que su madre tenía déficit, se relaciona con una mayor predisposición a alergias alimentarias. La hipovitaminosis de vitamina D se ha normalizado tanto que un factor sobre el que podemos prevenir durante el embarazo se nos está escapando.
Es fundamental que recibamos luz del sol y dada esta dificultad para muchas personas, será fundamental administrar a nuestro bebé un suplemento de vitamina D, y suplementar también a la madre si el bebé se alimenta con leche materna. El suplemento nunca sustituirá la exposición al sol, pero es una forma de paliarlo.
La alergia a la proteína de leche de vaca puede ser de dos tipos:
Mediada por IgE
Por la inmunoglobulina E:
No mediada por IgE:
Es la más frecuente y causa, sobre todo, síntomas digestivos. En el bebé, puede ser:
La alergia puede causar dolor e irritabilidad. Es una INFLAMACIÓN. Los síntomas suelen aparecer poco a poco.
La APLV no mediada puede ocasionar en el bebé movimiento de arqueo hacia atrás y reflujo durante y tras las tomas. Su cuerpo intenta expulsar el contenido que identifica como potencialmente dañino. El otro síntoma más habitual es una alteración de las heces en el bebé. Puede aparecer sangre en las mismas. Desde unas pocas hebras, a cacas más rojas, dependiendo del daño causado en el intestino grueso. Aunque toda caca normal contiene algo de moco, en este caso, las heces llenas de moco también nos llamarían la atención como sospecha de APLV. Las cacas verdes de manera continuada deben ser asimismo tenidas en cuenta para descartar APLV.
Alergia MIXTA
Existe una condición de alergia mixta, que cursa con eccema en la piel del bebé. La dermatitis atópica se relaciona también con déficit de vitamina D y alergia.
¿Qué hacemos?
Debemos consultar con pediatría. No existen pruebas de laboratorio específicas para determinar una APLV no mediada por IgE. Por ello, ante los síntomas, debemos realizar dieta de eliminación, retirando las proteínas de leche de vaca de la dieta en la madre que amamanta, o, si es leche de fórmula, cambiar a una extensamente hidrolizada. Si no mejora, a una fórmula elemental. El pediatra deberá acompañaros en el proceso para dar con la leche que necesite vuestro bebé.
Este es el tratamiento si se sospecha de APLV. No se recomienda dejar la lactancia, salvo que para la madre suponga un estrés insostenible realizar una dieta exenta y desee dejarla.
Tampoco es necesario sustituir las tomas por leche artificial durante un tiempo. Continuaremos amamantando con normalidad. La dieta de eliminación de las proteínas de leche de vaca en la madre, no es solo eliminar el consumo de lácteos como queso, leche o yogur. Implica leer el etiquetado de todos los alimentos que se ingieren, pues muchos alimentos contienen trazas de leche y también deben ser eliminadas.
Existe un grupo de apoyo online muy conocido, en la plataforma Facebook: Básicos de APLV España.
También se deben eliminar lácteos de cabra y oveja, pues las proteínas se parecen a las de vaca, hasta en el 80 por ciento de las mismas.
Las proteínas de leche de vaca pasan de la dieta materna a la leche y, así, llegan al bebé. Al eliminarlas de la dieta, se eliminan de la leche materna. No hay consenso claro sobre cuánto tiempo tardan en desaparecer las proteínas y sus fragmentos de la leche materna. Pero, en torno a las 48-72 horas, se debería apreciar una mejoría en el comportamiento del bebé. Sin embargo, para que las cacas recuperen la normalidad, habría que esperar entre 2 y 3, e incluso 4 semanas. Esto es, porque la mucosa intestinal del bebé necesita tiempo para cicatrizar. En ese sentido, sería muy importante realizar una dieta exenta estricta.
Si el bebé mejora, a las 4 semanas se le debería exponer de nuevo para confirmar la APLV. Es decir, si desaparecen los síntomas a las 3-4 semanas, la madre reintroduce las proteínas de leche de vaca. Si reaparecen los síntomas, queda confirmada la APLV no mediada por IgE.
Si el bebé no mejora, revisemos la dieta o tengamos en cuenta, que esta condición está altamente relacionada con problemas de succión en el bebé. Anquiloglosias. Y debemos tratar el origen.
Multialergías
Puede suceder que el bebé mejore bastante, pero no lo haga del todo al cabo de 3 o 4 semanas. En ocasiones, la alergia se presenta no solo frente a proteínas de leche de vaca, sino también frente al huevo, la soja y el gluten principalmente. En ese caso, la dieta materna debe excluirlos también. Podemos plantearnos eliminar la soja a la par que las proteínas de leche de vaca pues es una de las más frecuentemente asociadas. Una vez que desaparezcan los síntomas, se puede reintroducir uno a uno, para detectar cuáles causan reacción.
Existen casos complicados de bebés multialérgicos. En todos los casos complejos, que no mejoran retirando las proteínas, debería derivarse a nuestro bebé al gastroenterólogo o alergólogo pediátrico. Sería importante incluir analítica de vitamina D en el abordaje. Y la madre que desea continuar con lactancia necesita el apoyo de una nutricionista infantil, formada en lactancia y alergias, pues la dieta de exclusión de tantos alimentos es muy compleja y difícil de sostener por nuestra cuenta.
Os recomiendo el libro Lactancia materna, casos reales de superación, de la Dra. Carmen Vega, y el capítulo del bebé multialérgico. Os sentiréis menos solos.
Los casos de alergia de tipo mixta suelen generar eccema en el bebé. Aunque se relaciona la aparición de eccema en bebés con piel atópica, no debemos descartar que su origen sea una alergia alimentaria. Ya sabemos que la dermatitis atópica puede tener un origen alérgico. Por tanto, no está de más considerar la posibilidad de excluir las proteínas de leche de vaca de la dieta materna o cambiar de fórmula y considerar aumentar el suplemento de vitamina D. El eccema mejoraría entre 1 y 2 semanas tras la exclusión de las proteínas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.