El biberón también es a demanda. (Sea leche artificial o materna extraída).
Cuando nadie los fuerza, se autorregulan. La lactancia materna al pecho, respeta las señales de hambre y saciedad del bebé. Cuando el bebé no quiere más, deja de mamar. La lactancia materna protege frente a la obesidad futura. Entre otras cosas, porque se respetan las señales de hambre y saciedad perfectamente diseñadas. Esto es VITAL. Para ser adultos que saben cuándo tienen hambre y cuándo están saciados.
Cuando damos biberón de manera convencional, forzamos al bebé a comer cuándo y la cantidad que nosotros o una lata decidimos. ¡¡Además pretendemos que se lo acabe!! Y lo forzamos:
– Con posiciones del bebé acostado
– Con biberones de flujo alto, en caída libre, sin que succionen. Los bebés succionan y tragan porque o tragan o se ahogan con ese flujo y tumbados boca arriba. Además del reflejo de succión.
Afirmaremos: “sí que tenía hambre” o “come con mucha ansiedad”. Y tanto. Tiene que engullir.
También a veces tras una toma de pecho, si damos suplemento así, se lo toman todo, pero no sabemos si era hambre realmente, o porque lo hemos forzado.
Biberones
El biberón se debería dar regulado por el bebé:
Septiembre 2024, actualización:
La tetina que actualmente cumple mejor estos requisitos es la Lansinoh.
También: Dr. Brown de boca ancha, Suavinex fisiológico (NO Zero Zero pues es asimétrica y corta).
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Por poder, se puede utilizar cualquier tetina y biberón. La razón para hacer una selección más exquisita, es que el bebé abra mucho la boca y trabaje a nivel musculoesquelético como lo haría al pecho, para favorecer el desarrollo de la boca, la mandíbula, el paladar y por tanto, de toda la cabeza del bebé.