Parto y nacimiento

Nos metemos ya en ese evento mágico que es el parto. Parir y Nacer. La madre pare, su bebé nace. En el parto debemos tener en cuenta el bienestar de mamá y bebé.

El parto es el final del embarazo, y el comienzo de todo. No son procesos separados sino un continuo. El cuerpo de las mujeres está diseñado para el parto y los bebés diseñados para nacer. El parto es un trabajo en equipo. Tuyo y de tu bebé. Los bebés realizan un esfuerzo impresionante para nacer. Además la persona que te acompaña, juega un papel muy grande en el sostén, en ser tu figura de apoyo.

Con la preparación al parto, mi intención es haceros conectar con la parte físico-emocional de vuestro cuerpo. Con vuestro bebé. Con tu pareja, o la persona que os acompañe. Dejar de lado tantísimos mitos de la sociedad en la que vivimos. Mitos y miedos alimentados tanto por la población como por algunos profesionales sanitarios.

Y a la vez, no es honesto prometer un tipo de parto. No hay fórmulas mágicas, ni posturas, ni métodos milagro. Y esto lo sabes cuando asistes partos de verdad. Día a día. Cuando no vendes algo que no conoces a fondo. La desconexión, tan normalizada, nos hace buscar “aprender” a parir. Pero eso, forma parte de ti misma. Es biológico y sucede solo.

Ojalá poder hacer que todos los partos fuesen ideales. Pero no siempre, incluso con el mejor equipo del mundo al lado, será así. El parto sucede. Y si se respeta, la mayoría irán bien. Pero también habrá partos muy duros y a veces, se darán complicaciones. Forman parte de algunas experiencias.

Para lo que nunca debería haber espacio, es para las prácticas inadecuadas o la falta de respeto hacia las mujeres en su proceso de parto.

En los partos:

  1. Hay cosas que dependen de ti: tus necesidades y tus deseos y elecciones.
  2. Hay cosas que dependerán de los profesionales. Para bien, y para mal. Una buena asistencia, empática, tranquila y actualizada, siempre será un pilar a favor. Sin esto, el curso del parto no es libre de ser.
  3. Habrá cosas, que no dependan de ti ni de quien te asiste. La mayoría de partos deben ser fluidos, y unos poquitos serán muy complejos. Estos son los que necesitan una asistencia aún más exquisita. La biología funciona pero en ocasiones hay procesos que se desvían de la normalidad.

Recuerda que el parto no es una pelvis ósea. Es todo tu cuerpo. Tu musculatura abdominal, tu diafragma respiratorio, tu suelo pélvico, tu columna… y todo el movimiento que ayuda a tu bebé a encontrar su camino. Los bebés se adaptan al espacio que le es dado.

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