La respiración es una herramienta muy grande. No solo en el parto. En la vida. Activa el sistema nervioso parasimpático, controlando por tanto a bajada de cortisol y adrenalina. Es una forma de manejar el estrés. La respiración profunda y consciente, activa el nervio vago, activando el sistema de calma, conexión y seguridad. Esto, equivale a OXITOCINA.
La respiración diaria es involuntaria. Por supuesto. Es autónoma. Si queremos trabajar con ella para disminuir el estrés, para conectar con nuestro cuerpo, nuestro embarazo, nuestro bebé o nuestra pareja, lo haremos de una forma consciente: voluntariamente. Es una herramienta principal también para desbloquear el diafragma respirartorio y hacer espacio al bebé.
Es importante trabajarla para integrarla. Puede ser una herramienta a la que recurrir durante el parto cuando está integrada. En cualquier etapa del parto.
Entre contracciones y durante las contracciones, según nos sintamos, o hasta donde nos funcione. Porque recuerda, el manejo del dolor en el parto es una decisión propia y puede ser dinámica, en función de cómo se presente.
Trabajaremos con respiraciones muy sencillas pero efectivas. No necesitamos más complicación en esta etapa.
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