Sobre leches artificiales y bibliografía.

LECHES ARTIFICIALES

Escrito por: Nazareth Olivera Belart, Ser Bebé. Guía de Cuidados del bebé, 2024. Grijalbo. Prohibida su reproducción.

Composición de las leches artificiales

La composición de la leche artificial está regulada por la Unión Europea. Esto quiere decir que todas deben cumplir con unos mínimos y máximos en la cantidad de los diferentes grupos de nutrientes. Sin embargo, no son todas iguales. Algunas llevan cantidades más óptimas de nutrientes, así como ingredientes interesantes.

Es muy difícil encontrar información sobre leches de fórmula debido al conflicto de intereses económicos. De hecho, los profesionales, antes de dar información sobre la misma, debemos aclarar explicar que la leche materna es el alimento más adecuado para el bebé y que la información que vamos a aportar sobre leche artificial no obedece a ningún interés económico personal con ninguna marca. Por supuesto, es el caso.

Ahora bien, la realidad es que la elección de la lección leche artificial dependerá de nuestro bolsillo, y además, en especial, de encontrar la que le siente bien a nuestro bebé. Porque no todas las leches sientan bien a todos los bebés. A veces, las familias prueban unas cuantas hasta dar con una que no provoque síntomas digestivos en el bebé. Así que, paciencia, si no damos con ella a la primera. Mi recomendación es que compares etiquetas en base a lo que te voy a contar a continuación y escojáis en función de bolsillo y que siente bien al bebé.

Tipo 1 y 2

La leche tipo 1 es la adecuada para los bebés de 0 meses hasta el año. Las leches tipo 2 se idearon para poder ser publicitadas, ya que las tipo 1 no pueden publicitarse por ley. Las tipo 2 Aañaden más proteínas, y esto no es realmente conveniente. Las leches de crecimiento o tipo 3 son del todo innecesarias. A partir del año, el bebé come muchas cosas y puede tomar leche de vaca normal o, simplemente, continuar con la tipo 1.

Proteínas

Sería interesante optar por leches de fórmula con un contenido de proteínas similar al de la leche materna, en torno a 1 g por 100 ml durante todo el primer año. La mayoría de marcas contienen entre 1,2-1,7 g por 100 ml. No es necesario cambiar a leches tipo 2, donde la cantidad de proteínas es aún mayor. Los requerimientos de proteínas disminuyen con la edad, y el exceso supone un riesgo para el desarrollo de obesidad.

La leche de fórmula contiene más caseína que la leche materna. Por ello, es normal que el bebé tarde un poquito más en pedir, pues su digestión es un poco más larga.

Las leches de fórmula de cabra, se consideran más digestivas porque sus proteínas son algo más similares a la humana. Son más caras y puede que al bebé no le guste el sabor, pero es una opción en este sentido.

Hierro

Las leches de fórmula deben contener al menos 0,7 mg de hierro por cada 100 ml. desde el nacimiento. No todas lo hacen, por lo que muchas marcas son pobres en hierro. A partir de los 6 meses, la necesidad de hierro en los bebés aumenta, así que debemos continuar con una leche tipo 1 que contenga, al menos, esta cantidad de hierro. Si la que le sienta bien a nuestro bebé no lo contiene, podemos hablar con nuestro pediatra y valorar la suplementación de hierro, de manera que no tengamos que cambiar de leche. En la alimentación complementaria, priorizaremos alimentos ricos en hierro, en especial, de origen animal por su mayor biodisponibilidad en cantidades menores de comida.

Azúcares 

Idealmente, la leche artificial imitará el contenido de lactosa de la leche materna, y esto es entre 5 y 7 g cada 100 ml. La leche artificial no debería superar estos valores, pues supondría un exceso de lactosa para el bebé. Muchas lo hacen. La lactosa es el azúcar naturalmente presente en la leche. No hay leches de origen animal sin lactosa, lo que hay son leches con LACTASA , la enzima que digiere la leche, añadida para facilitar su digestión.

Grasas

La leche artificial debe contener entre 3 y 5 g de grasa por cada 100 ml, igual que la leche materna. Puesto que esta última contiene beta-palmitato, es interesante buscar leches artificiales con mayor proporción de beta-palmitato que alfa-palmitato. Las leches artificiales deben incluir DHA, por la importancia que tiene a nivel cerebral en el bebé.

La leche de fórmula sigue en evolución, intentando ser más completa, puesto que la leche materna es un tejido vivo con innumerables componentes que ni siquiera se conoce aún qué papel cumplen. Por ello, muchas marcas incluyen cada vez nuevos componentes como:

  • probióticos
  • oligosacáridos
  • alfa-lactoalbúmina
  • MFGM
  • osteopontina láctea.

Son proteínas bioactivas que aportan propiedades nutritivas, prebióticas, inmunitarias y cognitivas.

Leches especiales**

Para bebés que presentan diferentes situaciones o patologías y se alimentan con leche artificial, existen diferentes opciones de fórmulas. Deben reservarse para estas situaciones e, idealmente, serán pautadas por el pediatra, ya que algunas están financiadas:

  • Fórmula para prematuros, cuyo requerimiento calórico es mayor.
  • Fórmulas parcialmente hidrolizadas: presentan las proteínas fragmentadas y se recomiendan en bebés con riesgo de alergia a la proteína de leche de vaca, por antecedentes familiares.
  • Fórmulas extensamente hidrolizadas: indicadas para bebés con APLV y en situaciones de malabsorción intestinal. El sabor es fuerte y algunos bebés no las toleran bien hasta que damos con alguna marca concreta. Si la APLV es intensa, podría no ser suficiente.
  • Fórmulas elementales: compuestas por aminoácidos en lugar de proteínas fragmentadas. Se indican en APLV que no va bien con fórmula extensamente hidrolizada y situaciones de malabsorción. Son caras y no tienen buen sabor, por lo que a muchos bebés les cuesta acostumbrarse.
  • Fórmulas anticólicos: contienen proteínas parcialmente hidrolizadas y menor cantidad de lactosa. Incorporan más B-palmitato y pueden añadir probióticos.
  • Fórmula para estreñimiento: mejoran la proporción de B-palmitato, aumentan la lactosa por su efecto laxante y magnesio por el mismo fin. Puede llegar a provocar diarrea.
  • Fórmula para reflujo: contienen espesantes para aumentar la viscosidad de la leche, y contienen menos lactosa. Podrían ocasionar estreñimiento. En una tetina de bajo flujo, quizá la leche no salga bien al ser más espesa, por lo que debemos aumentar el flujo de la misma.

Bibliografía: Sánchez-Villares Lorenzo, Del Rey Tomás-Biosca, «Lactancia artificial»,. Pediatría integral, 2020; XXIV (2): 81–89.

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