Pequeñas medidas, en ocasiones muy eficaces.
Las náuseas y los vómitos son unas de las molestias más frecuentes durante el principio del embarazo. Si bien se atribuyen a varios factores, no está definido al 100% lo que las ocasiona. Por eso, a algunas mujeres ciertos remedios les ayudan más y a otras menos.
Si no hubiese sido matrona creo que hubiese estudiado nutrición. La nutrición es un mundo apasionante y muchos problemas de salud podrían mejorar con cambios nutricionales. Contradicciones, escuelas, teorías…en todas encuentro atractivo, sentido y lógica en muchos puntos, y como en obstetricia, a cada mujer, puede irle mejor unas cosas que otras. Lo que está bien para una puede no estarlo para otra. Así que podemos individualizar, probar y escoger lo que mejor nos funciona.
En caso de las náuseas y vómitos, la dieta y pequeños gestos o cambios nutricionales pueden ayudarnos a mejorarlas, en ocasiones muchísimo y en otros casos puede que poco, pero vale la pena intentarlo.
Las teorías sobre el origen de las náuseas y vómitos durante el embarazo incluyen:
- Factores hormonales: Beta-hCG. La hormona del embarazo. Esta hormona se regula hacia las semanas 12-14, cuando la placenta puede asumir el control de la producción de hormonas .
- Déficit de vitamina B6.
- Su presencia como medida protectora para evitar la ingesta de ciertos alimentos.
- Salud tiroidea: el embrión en desarrollo necesita cantidades importantes de hormonas tiroideas y yodo que tu organismo le proporciona. Por tanto las náuseas podrían ser señal de que tu tiroides funciona adecuadamente.
Las náuseas no tienen por qué producirse a primera hora de la mañana. Pueden ocurrir en cualquier momento. Normalmente duran unas semanas, aunque pueden durar hasta la semana 13-14, y en ocasiones todo el embarazo (esto último le sucede en torno a un 9% de las mujeres).
Pueden desencadenarse en diferentes momentos y por distintos motivos:
- Olores
- Por la tarde, por la mañana
- Por algunas comidas en particular (si las detectas…¡evítalas!).
- Movimientos bruscos, levantarnos muy deprisa
- Hambre e hipoglucemia.
- Nutrición insuficiente o alimentación excesiva…
Es buena idea durante el embarazo, hacer pequeñas comidas repartidas a lo largo del día. Mejora algunas molestias típicas del embarazo: al principio náuseas y vómitos y más adelante reflujo y acidez.
En caso de náuseas, es especialmente importante mantener los niveles de glucosa estables: ni grandes picos ni caídas bruscas. El hambre y la hipoglucemia son situaciones que pueden desencadenar las náuseas. Además éstas, tienden a disminuir el apetito. Al ser los carbohidratos alimentos de fácil digestión, es el tipo de alimento que más apetece. Se recomienda su ingesta en pequeñas cantidades en presencia de náuseas y antes de que se convierta en necesidad de vomitar. Es importante tener en cuenta que si hay cuadros de vómitos debemos intentar que algo de lo que comemos permanezca en nuestro cuerpo y conseguir los nutrientes que podamos. Pero, debemos evitar los carbohidratos procesados en la medida de lo posible. Pero si solo te entra un poco de pan o galletas, ¡pues tranquila! Cuando te asiente, intenta meter grasa y proteína para evitar el ciclo de subidas y bajadas de glucosa que perpetúan las náuseas.
En general, durante el embarazo, debemos priorizar una dieta saludable y completa, que mantenga el nivel de glucosa en los valores adecuados. Por eso, es preferible optar por alimentos densos, ricos en proteinas y grasas saludables. En caso de optar por fruta, esta debe ser combinada con frutos secos, o alguna otra proteína y/o grasa saludable. Esta combinación, ayudará a mantener la glucosa más estable y a evitar esa subida en picos y consiguiente bajada. Así, también un poco de pan integral de masa madre, y alimentos con grasas saludables como son, además de los frutos secos, crema de almendras o cacahuete SIN azúcar ni aditivos añadidos, aguacates, queso, yogur entero, huevos cocidos, en tortilla o revueltos.
En lugar de unas galletas al lado de la cama para las náuseas de las mañanas, podemos tomar frutos secos crudos o con sal. Tomar proteínas durante el desayuno es una medida que ayuda a mantener la glucosa estable durante el resto del día, (medida especialmente importante también en el manejo de la diabetes gestacional). Huevos, frutos secos, queso fresco, fiambre o yogures enteros. Prueba qué te sienta mejor a ti.
A algunas mujeres también les alivian las náuseas los alimentos salados como pepinillos y aceitunas o frutos secos con sal. Antojos muy típicos 😉 Sobre la sal ya os hablaré otro día, pero, no debe restringirse en el embarazo, ya que puede ser incluso contraproducente. Prueba a chupar un limón con sal.
Otras medidas incluyen evitar las comidas abundantes y comer despacio hasta estar satisfechas pero no demasiado llenas. Lo mismo en cuanto a ingerir demasiado líquido con las comidas. Mejor distribuir la hidratación a lo largo del día.
Si es el olor de algunos alimentos lo que te causa las náuseas, es buena opción que alguien los cocine por ti o evitarlos en ese tiempo. La comida templada o fría también tiende a entrar mejor porque huele menos.
Cuando las náuseas y los vómitos nos impiden alimentarnos suficientemente es importante ir probando las diferentes medidas y ver qué nos ayuda para poder nutrirnos lo mejor posible. Tu cuerpo irá tirando de tus reservas aunque no consigas comer mucho, tranquila. Intenta retener el multivitamínico si lo tomas. Y una vez que se normalice la situación podremos volver a una alimentación consciente, suficiente y saludable para ti y tu bebé. Mientras tanto, si no puedes, come lo que sea, ¡lo que puedas!
Por supuesto en casos graves de náuseas y vómitos debemos vigilar la deshidratación y la ingesta insuficiente. Sería necesario consultar con tu profesional de referencia para tomar las medidas oportunas. La hiperemesis gravídica parece presentarse entre en un 0,5 y 2% de los embarazos.
Ciertos suplementos pueden/deben formar parte del tratamiento de náuseas y vómitos:
- Vitamina B6 en forma activa (piridoxal -5’fosfato). Alimentos ricos en esta vitamina son: plátanos, aguacates, pistachos y pipas de girasol. También carne, pescado y pollo…pero entran quizás peor en cuadros de náuseas. No dudes es suplementarla si la necesitas. En combinación con magnesio (300 mg de bisglicinato) se ha demostrado eficaz en reducir las náuseas.
- Jengibre: en infusiones, en polvo o en rodajas que se pueden masticar. También venden chicles de jengibre en supermercados como Mercadona…y farmacias. Parece mejorar las náuseas.
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en magnesio también parece aliviar las náuseas y vómitos. Son ricos en magnesio, las verduras de hoja verde, semillas de calabaza, semillas de girasol, semillas de sésamo, almendras, anacardos, semillas de chia, aguacates, chocolate negro (sin azúcar), caldo de hueso, cilantro, perejil. La sobreexplotación del suelo tiene como consecuencia que muchos de estos alimentos cada vez contengan menos magnesio. Gran parte de la población tiene déficit de magnesio. El magnesio se excreta a diario y aumenta dicha pérdida por estrés. La mayor parte de las personas que viven en una gran ciudad están algo estresadas. El magnesio es vital durante el embarazo, pues interfiere en la adecuada placentación y la vascularización de la placenta. La diabetes gestacional también se asocia a falta de magnesio. Los calambres musculares pueden ser síntoma de dicho déficit. Es adecuado y seguro suplementar el magnesio en dosis de entre 200 y 300 mg al día con magnesio en forma de bisglicinato. El magnesio en forma de citrato puede venir bien si hay estreñimiento presente.
- Tendremos en cuenta también el asegurar un aporte adecuado de potasio a través de alimentos como aguacates, plátanos, patatas, batatas y naranjas.
- Además de la alimentación podemos utilizar aceites esenciales en el ambiente: lavanda y menta (4 gotas de lavanda y 1 gota de menta), que parecen aliviar las náuseas.
- Otras alternativas que funcionan a muchas mujeres es la acupresión y la acupuntura.
Si además de náuseas tienes vómitos recurrentes, es importante mantenerte hidratada y reponer electrolitos. El agua de coco es una opción. El caldo de huesos es un alimento nutritivo y excelente si te gusta. Puedes hacer también bebida isotónica casera para tomarla a lo largo del día:
- Agua o agua de coco (NO azucarada)
- 1/4 de cucharadita de sal marina (lo menos procesada posible)
- Zumo de limón
- Puedes endulzar con un poquito de estevia
En definitiva, hablamos de náuseas y vómitos, pero al final damos un repaso a nutrientes importantes durante el embarazo y a una forma de comer que nos asegure un aporte adecuado de los mismos, para disfrutar de un embarazo feliz y ayudar a nuestro bebé a gestarse óptimamente.