Hoy os hablo sobre la afirmación de que la leche materna “aunque es muy buena, es deficitaria en vitamina D y hierro”. Se recomienda la introducción de alimentación complementaria a los 6 meses, entre otras cosas por “riesgo” de anemia en el lactante ya que la leche materna tiene “muy poco hierro”. Por otro lado se recomienda de manera universal suplementar con vitamina D a los recién nacidos. La recomendación es adecuada, pero:
1️⃣: La leche materna NO es pobre en hierro. 🤱Contiene, NI MÁS NI MENOS, el hierro que debe contener. NO aumenta por el hierro que consuma la madre. Es una constante en la leche , está diseñado así. Y lo hace en una manera de alta biodisponibilidad: el bebé absorbe el hierro que necesita. (El hierro de la leche de fórmula no se absorbe igual que el de la leche materna). Concentraciones demasiado elevadas de hierro en la leche podrían ocasionar infecciones gastrointestinales en el recién nacido.
Sin embargo, sabemos que “existe riesgo de anemia a partir de los 6 meses en lactantes”. Y esto es cierto, en un contexto de pinzamiento prematuro de cordon, ya que estas conclusiones se obtuvieron en un momento en que a todos los bebés se les pinzaba el cordón de manera INMEDIATA AL NACER. El cordón no se debe pinzar antes de que deje de latir y es iatrogénico. Cuando se respeta la fisiología del nacimiento y la transición, el bebé recupera su sangre, y obtiene reservas de hierro para su primer año de vida, tiempo en el que de manera progresiva irá empezando a comer. La anemia del recién nacido y el lactante los primeros meses de vida está relacionada con el pinzamiento prematuro del cordón. Por supuesto, puede haber alguna causa de patología en el bebé, pero el principal factor es un pinzamiento iatrogénico del cordón. La falta de hierro esos primeros meses influye de manera negativa en una menor mielinización del sistema nervioso del bebé. Esto ya no se corrige suplementando con hierro al bebé. Se PREVIENE respetando la fisiología del nacimiento y el colapso natural del cordón una vez que el bebé ha recibido toda su sangre. La leche materna no contiene más hierro porque no debe contener más hierro. La leche materna contiene el hierro que tiene que contener. La anemia se previene dejando latir el cordón hasta que se colapsa.🔝🔝
2️⃣: En cuanto a la vitamina D, como os contaba en un post anterior, SI es un elemento dependiente de los niveles maternos. Si la madre no tiene vitamina D en valores ÓPTIMOS, en torno a 40 – 50ng/ml, su leche tampoco contiene suficiente vitamina D para su bebé y se debe suplementar al recién nacido con lactancia materna exclusiva. Sin embargo, si la madre tiene buenos niveles, o se suplementa ella, de manera adecuada, no sería necesaria la suplementación del bebé. Puedes buscar las entradas en el blog:
1)Embarazo: lactancia y Vitamina D ☀️
2)No es sangre del cordón, es sangre del bebé. ❤️
Según este estudio de la AAP (Asociación americana de pediatría), la suplementación de la madre con 6400 UI al día (si has leído bien) durante la lactancia, conlleva niveles suficientes de vitamina D en sus bebés amamantados. Es adecuada como estrategia alternativa a la suplementación del bebé. Esto coincide con las recomendaciones de Lily Nichols.
Para medir tu vitamina D en sangre, debes solicitar la 25-hidroxi vitamina D. No solo por tu bebé y la leche materna, también por ti.
En la entrada de embarazo, lactancia y vitamina D, os cuento más en profundidad.